Dorian se quedó mirando a la jovencita que acababa de bajar al sótano. Aparentaba menos de dieciocho, delgada, casi demacrada, con una tez lechosa que le confería un aspecto de fantasma recién aparecido. Dudó por un momento, pero finalmente se convenció de que era real, aunque no siempre bajaban personas vivas.
─No te preocupes ─dijo Dorian─. Estás entre amigos.
La joven tenía una expresión confundida y fruncía el ceño mientras observaba las estanterías repletas de libros a su alrededor.
─¿Estoy en una librería? ─preguntó.
─Algo parecido ─contestó Dorian.
La acompañó a un rincón donde había una mesita de madera con una pequeña lámpara encendida en su superficie. Tomaron asiento y Dorian le sonrió.
─No te preocupes… ¿te gustan los libros?
─Supongo… ─contestó la joven─. Me encanta leer y también escribir.
─¡Qué alegría! Una joven escritora, me encanta ─celebró el viejo Dorian mientras dedicaba la más amplia de sus sonrisas a la recién llegada.
─¿Cómo he llegado aquí? ─preguntó.
─No te preocupes, es una larga historia. De momento, si no te importa, voy a recomendarte un libro ¿te gusta el suspense?
─Me encanta, también el terror. Las historias de miedo me chiflan.
─Entonces este libro te gustará.
Dorian se levantó y su mano recorrió una de las filas de la estantería hasta dar con el libro que buscaba. Lo extrajo con ceremoniosidad, como si tuviese un valor incalculable. Las tapas eran de color negro y en su portada aparecía dibujado un ser monstruoso encaramado a un ala de avión.
─Se trata de Pesadilla a 20.000 pies, de Richard Matheson, ¿lo conoces? ─la joven negó con la cabeza─. Un clásico de la literatura de terror. Richard Matheson es todo un maestro del género, y ha inspirado a escritores como Stephen King. Nacido en Allendale, Nueva Jersey, en los Estados Unidos, fue un prolífico escritor y guionista. Entre sus obras puedo destacar “Soy Leyenda”, “El Increíble Hombre Menguante”, “La Casa Infernal” o “El Último Escalón”. Todas ellas se adaptaron al cine, algunas con más acierto que otras.
>>En nuestro caso, se trata de una recopilación de sus mejores relatos. Muchos de ellos se adaptaron a series de televisión como “La Zona Muerta”. Esta antología es de lectura obligada para los amantes del género. Hablamos de uno de los escritores más importantes del siglo XX. Como te he comentado, ha sido un maestro para escritores como Stephen King (A quien dedica el libro). Su prosa cuidada y el gusto por crear ambientes de tensión que acaban explotando cuando menos te lo esperas, convierte la lectura de Matheson en apasionante y divertida; es de los escritores que “enganchan” desde la primera línea.
─Que interesante ─comentó la chica─. ¿Me recomiendas alguno de los relatos?
─Es difícil escoger uno, porque todos tienen un gran nivel, pero te voy a recomendar, porque me impactaron especialmente: “Vestido de seda blanca”, “El número de la desaparición”, “Grillos”, y sobre todo, “Los hijos de Noah”.
─¡Vaya! Tiene muy buena pinta.
─Espero que te guste, se trata de literatura de calidad. No defraudará a los amantes del terror y el suspense psicológico.
La joven miró su reloj y se levantó dando un respingo.
─Me tengo que marchar. Espero verte otro día. Esta librería mola.
─Hasta la vista. Si bajas otra vez, te hablaré de una de las mejores novelas de Richard Matheson.
La joven sonrió antes de salir por la puerta a toda prisa. Dorian se quedó pensativo mientras parecía observar la estela imaginaria que había dejado la muchacha.
─¡Ah, jóvenes! La humanidad tiene futuro mientras haya chicos y chicas que lean.
Dorian se levantó de la silla y arrastró sus pasos hasta la trastienda, donde se escuchó el sonido de una puerta al cerrarse.